Tarta clásica francesa, de origen parisino, que combina a la perfección un sedoso frangipane (crema de almendras) y unas aromáticas peras en almíbar, todo sobre una crujiente masa sucrée.
Es una idea genial para elaborar tartas de frutas y da muchas posibilidades para elaborar otras versiones, por ejemplo una con frangipane de pistachos e higos frescos que encontraréis al final del post.