La explosión de frutas, en cantidad y calidad, que se produce en verano es una tentación constante no solo para disfrutarlas frescas, sino también para conservarlas para cuando escaseen o falten.
En esta ocasión teníamos excedente de albaricoques del huerto del abuelo en su punto óptimo de maduración, así que tocaba preparar mermelada para no perderlos. Nos gusta siempre añadir algún aroma para complementar la personalidad de la fruta, así que hoy los albaricoques van con cardamomo y canela ... perfecta combinación.
Ingredientes
- 1 kg de albaricoques
- 500 g de azúcar
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 ramita de canela
- 4 vainas de cardamomo
- 1 limón (zumo)
Preparación
Pelar y lavar los albaricoques. Cortarlos por la mitad y sacarles el hueso.
Colocar una sartén al fuego, abrir las vainas de cardamomo y tostar un poco las semillas par aque suelten todo su sabor. Retirar y reservar.
Cortar los albaricoques en trocitos pequeños. Ponerlos en un bol y añadir el azúcar, las semillas tostadas de cardamomo, la rama de canela entera y la canela en polvo. Mezclar bien y dejar macerar durante una hora como mínimo. En este caso estuvo toda la noche en la nevera.
Colocar la fruta macerada en una cazuela a fuego fuerte. Cuando empiece a hervir bajar el fuego de manera que se mantenga el hervor pero que no salpique en exceso. Remover de vez en cuando, para controlar que no se nos pegue al fondo de la cazuela.
Exprimir el limón y añadir el zumo.
La cocción estará a punto cuando llegue a la temperatura de 104ºC. Si no tenemos termómetro un indicador de que está lista son las burbujas que se forman: grandes y lentas, podremos oír el "blop, blop".
Retirar la cazuela del fuego. Si os gusta la mermelada muy fina y uniforme siempre podéis triturarla, en casa nos gusta tal cual sale de la cocción.
Antes de rellenar los tarros hay que esterilizarlos, incluidas las tapas. Se puede hacer en el horno: tenerlos durante 30 minutos a 120ºC. También se pueden hervir durante 20 minutos, pero luego hay que dejar que se sequen del todo.
Distribuir la mermelada en los tarros que tenemos preparados, cerrar inmediatamente y colocarlos boca abajo.
Para cerrar el proceso y garantizar la conservación hay que esterilizarlos, para ello colocarlos en una olla y cubrirlos de agua, llevar a ebullición a fuego medio y mantener durante 30 minutos.
Cuando se enfríen guardar en un sitio fresco y oscuro.
Unas etiquetas te ayudaran a clasificar la despensa y a saber en todo momento lo que hay dentro de los tarros.
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quina combinacio mes genial!,
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