Pizza, inicialmente de aprovechamiento y prueba, reciclando sobras de un festín de alcachofas al horno, con jamón y queso del bueno y unas hebras de mermelada de cebolla y ceps (boletus) que teníamos para probar. Acaba el experimento arrancando vítores cuando te la vas comiendo, y lágrimas cuando te la vas acabando. Sin duda una opción más para repetir de vez en cuando.
Ingredientes
- 300 g de masa de pizza
- 2 alcachofas al horno (receta aquí)
- jamón ibérico
- queso parmesano
- salsa de tomate (receta aquí)
- mermelada de ceps
- ralladura de piel de limón
Preparación
La masa
Para hacer la masa de la pizza podéis seguir las indicaciones de la receta Masa básica de pizza (hacer clic aquí para verla).
La pizza
Des pués del primer levado desgasar y estirar la masa hasta que se adapte a la forma o molde que queramos (en este caso una bandeja rectangular de horno). Suele ser útil un pequeño rodillo para llegar bien a las esquinas. Tapar con un paño limpio y dejar reposar mientras preparamos el resto de ingredientes.
Limpiar las alcachofas, reservando únicamente los corazones y las hojas más tiernas. Cortar en trozos pequeños. Cortar el jamón y el queso parmesano en virutas finas.
Precalentar el horno a 220º.
Pintar la superficie de la pizza con la salsa de tomate y distribuir por encima un poco de mermelada de ceps (opcional, la pusimos para probarla).
Repartir las alcachofas, la ralladura de limón, el jamón y el parmesano.
Introducirla en el horno a 220º y cocer entre 5 y 10 minutos, vigilando que la masa quede dorada y no se nos queme la cobertura.
Retirar del horno, cortar y servir.
Una combinación de ingredientes divina para esa pizza. Me encanta!
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