Un plato de porte veraniego y otra deuda saldada con el recetario básico gracias al botín de nuestro paso por El baúl de las delicias. Con algunas variaciones sobre el original, para acomodar gustos y existencias, pero coincidiendo plenamente con Aránzazu en utilizar productos de calidad, aquí está nuestra versión de la típica Ensaladilla rusa. Con una mayonesa condimentada con pimentón y anchoas que le da un plus de sabor.
Esta variedad de calabacines redondos son ideales para rellenar, y además van bien con cualquier tipo de mezcla. En casa, una vez vacíos, les damos una primera cocción al vapor y luego se acaban de hacer al horno una vez rellenos. De esta manera quedan cocidos pero con una textura firme.
Para el relleno hemos marinado una pechuga de pollo que acaba acompañada con fruta confitada y seca y un toque de miel.
En resumen una receta sana, ligera y completa.
Explorar las cocinas de otras culturas es siempre una experiencia gratificante, y en este sentido la asiática en general, y la japonesa en particular son éxito seguro. Descubrir que en sus fogones se esconde algo más que sushi y fideos es una aventura apasionante, y la Gyoza que nos propone Los inventos de Carmela es un buen principio.
Partimos con la ventaja de haberlas preparado en alguna ocasión, en el blog podéis ver estas Gyoza de pato y jengibre con caldo de castaña, así que esta vez incorporamos la masa y la elaboración de las obleas, y para el relleno hemos optado por uno de los más tradicionales, con cerdo y col, y todos los aderezos japoneses habituales.
Puede que la mayor dificultad de estas empanadillas sea su plegado tradicional, muy sencillo una vez le has cogido el truco, así que hemos incluido un mini-vídeo para ilustrarlo. Esperamos que os sea útil y disfrutéis con este plato, que podéis rellenar con lo que os apetezca.
Antes de que niños y niñas quedarán protegidos de los más que nefastos efectos del alcohol, era creencia generalizada que un "poquito" de vino podía ser bueno para la salud, y con esta base bienintencionada, nos abrían el apetito con quina (vino dulce), merendábamos pan con vino y azúcar, y de vez en cuando de postre aparecían unos melocotones con vino o la más sofisticadas macedonias con un "poco" de cava. Después de todo, tampoco hemos salido tan mal!
Esta mermelada de hoy es fruto de aquellos recuerdos de infancia, si bien y para tranquilidad de todos, aquí el alcohol del vino se evapora en la cocción y solo queda su aroma y sabor.
En el saco del botín que vino de "Londres, un paseo para cocinillas" (que podéis ver aquí), entró, como no, un libro de cocina íntegramente dedicado a esa especialidad inglesa de tartas, pasteles, empanadas y similares conocida genéricamente como PIE. Así que iréis viendo algunos :)
El primero es esta versión libre de un salmón hojaldrado, al que acompañan en el relleno dos preparaciones que combinan a la perfección, una especie de salteado de espinacas con jamón y anchoas, y una pasta con queso fresco, limón y perejil que es una pasada.
Ánimo y manos a la masa!
El queso Idiazabal, propio del País Vasco y Navarra, y que cuenta con DOP (denominación de origen protegida), se elabora con leche cruda de oveja latxa y carranzana, variedades autóctonas de esta zona. Es un queso de pasta dura y sabor intenso, especialmente la variedad ahumada que es la que hemos utilizado.
La combinación de queso Idiazabal, nueces y membrillo es el postre típico que se sirve en los menús de las sidrerías del País Vasco. Hoy lo traemos en versión helado y con las nueces caramelizadas.
La combinación de queso Idiazabal, nueces y membrillo es el postre típico que se sirve en los menús de las sidrerías del País Vasco. Hoy lo traemos en versión helado y con las nueces caramelizadas.
Yayo Daporta es el chef del mes en Cooking the Chef. Con casa en Cambados, donde nació, fue uno de los cocineros más jóvenes en obtener una estrella Michelin. Fiel al producto gallego, de temporada y proximidad, y con la suerte de tener la ría de Arousa como proveedor de pescado y marisco.
Nos hemos decantado por uno de los entrantes estrella de la carta de su restaurante, una curiosa combinación de foie, queso y confitura de calabaza.
El queso de Arzúa-Ulloa, queso gallego por excelencia, se elabora con leche de vaca. Es de pasta blanda y cremosa, de sabor suave, ligeramente salado y con un característico punto de acidez. Perfecto para contrarrestar la dulzor del duo foie / calabaza, y el punto amargo del caramelo. Un juego de sabores y texturas que es todo un acierto. Esperamos que os guste.
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