El babka, cuya traducción más común es "abuela", es miembro de pleno derecho de la gran familia de los panes dulces, enriquecido con huevos y mantequilla, elaborado con levadura fresca y respetando los levados y sus tiempos.
Tradicional dulce de Pascua en muchos países de Europa del Este, tiene tantos acabados como "abuelas" lo hornean, con canela, con pasas, con glaseados, ... Existe también una versión judía, que es la que más o menos hemos mirado de lejos, que trenza la masa antes de hornearla y la recubre de streusel (grumos), que nosotros hemos llamado más elegantemente crumble de frutos secos. Para el relleno hemos elegido una ganaché de chocolate al ron.
El resultado es que nos hemos comido hasta las migas, las del pan y las del crumble!Ingredientes
Para la masa- 250 g de harina de fuerza
- 5 g de sal
- 3 huevos
- 10 g de levadura fresca
- 30 g de azúcar
- 125 g de mantequilla
- 230 g de chocolate
- 200 g de nata
- 30 g de mantequilla
- 20 ml de ron
- 25 g de almendra en polvo
- 25 g de avellana en polvo
- 50 g de azúcar moreno
- 50 g de harina
- 50 g de mantequilla
- 1 cucharada de cacao en polvo
Preparación
La masa
Preparar y pesar los ingredientes de la masa.
Colocar en un bol la harina, la sal, el azúcar y la levadura fresca desmenuzada. Mezclar un poco.
Batir dos huevos y reservar el tercero. Hacer un hueco en el centro de la harina y verter los huevos batidos. Batir el tercer huevo y reservar.
Amasar, con el accesorio de gancho, e ir añadiendo el tercer huevo cuando la masa haya absorbido bien los dos primeros. Pasados unos 8-10 minutos, cuando la masa vaya haciendo una tela en la superficie, añadir la mantequilla en pequeños trocitos y seguir amasando hasta que se integre bien en la masa.
Colocarla en la superficie de trabajo y con la ayuda de una espátula ir girándola hasta formar una bola. Cubrir con film plástico y dejar reposar hasta que doble el volumen, 1 hora más o menos.
Pasado este tiempo, desgasar ligeramente, cubrir con film plástico y guardar en la nevera 12 horas.
La ganaché de chocolate
El crumble de frutos secos
Pesar los ingredientes y colocarlos en un bol, excepto la mantequilla, y mezclar. Si las avellanas están enteras, pasar toda la mezcla por la batidora o picadora para que los ingredientes tengan la misma textura.
Cortar la mantequilla, que tiene que estar muy fría, en daditos de 1 centímetro de lado más o menos. Añadirla a la picadora con el resto de ingredientes y darle un par o tres de golpes para que se mezclen. La textura ha de ser parecida a la de la tierra, arenosa, suelta y sin grandes grumos. Reservar.
Preparar un molde rectangular, forrando el interior con papel de horno.
Colocar la masa en la superficie de trabajo y, con la ayuda de un rodillo, ir estirándola hasta formar una pieza más o menos rectangular y como de un centímetro de grosor.
Untar generosamente la superficie con la ganaché de chocolate, directamente o distribuyéndola con ayuda de una manga pastelera. Estirarla con una espátula o cuchillo para que quede más o menos uniforme.
Ir enrollando la masa hasta formar un cilindro. Con un cuchillo afilado cortar el rollo longitudinalmente por la mitad. Trenzar los dos trozos y colocarlo en el interior del molde. Cubrir con un paño limpio y dejar reposar aproximadamente una hora y media o hasta que doble el volumen.
Precalentar el horno a 170º.
Cubrir la masa con una capa del crumble de frutos secos que hemos preparado.
Introducir en el horno y cocer por espacio de unos 45 - 50 minutos aproximadamente, vigilando en la última fase para que no se nos queme.
Sacar del horno, dejar que pierda un poco de calor y desmoldar. Colocarlo en una rejilla para que enfríe.
La ganaché de chocolate
Poner la nata en un cazo al fuego y llevar a ebullición.
Trocear el chocolate y colocarlo en un bol. Añadir gradualmente la nata
caliente sobre el chocolate, removiendo sin parar hasta que vaya ligando
la mezcla.
Añadir la mantequilla en trocitos y a temperatura ambiente, y continuar removiendo hasta que se haya integrado por completo. Incorporar y mezclar bien el ron.
Dejar reposar la ganaché para que se enfríe y se asiente, aproximadamente una hora.
El crumble de frutos secos
Pesar los ingredientes y colocarlos en un bol, excepto la mantequilla, y mezclar. Si las avellanas están enteras, pasar toda la mezcla por la batidora o picadora para que los ingredientes tengan la misma textura.
Cortar la mantequilla, que tiene que estar muy fría, en daditos de 1 centímetro de lado más o menos. Añadirla a la picadora con el resto de ingredientes y darle un par o tres de golpes para que se mezclen. La textura ha de ser parecida a la de la tierra, arenosa, suelta y sin grandes grumos. Reservar.
Preparar un molde rectangular, forrando el interior con papel de horno.
Colocar la masa en la superficie de trabajo y, con la ayuda de un rodillo, ir estirándola hasta formar una pieza más o menos rectangular y como de un centímetro de grosor.
Untar generosamente la superficie con la ganaché de chocolate, directamente o distribuyéndola con ayuda de una manga pastelera. Estirarla con una espátula o cuchillo para que quede más o menos uniforme.
Ir enrollando la masa hasta formar un cilindro. Con un cuchillo afilado cortar el rollo longitudinalmente por la mitad. Trenzar los dos trozos y colocarlo en el interior del molde. Cubrir con un paño limpio y dejar reposar aproximadamente una hora y media o hasta que doble el volumen.
Precalentar el horno a 170º.
Cubrir la masa con una capa del crumble de frutos secos que hemos preparado.
Introducir en el horno y cocer por espacio de unos 45 - 50 minutos aproximadamente, vigilando en la última fase para que no se nos queme.
Sacar del horno, dejar que pierda un poco de calor y desmoldar. Colocarlo en una rejilla para que enfríe.
Si quieres ver las recetas de mis otr@s compañer@s de desafío, visita el blog DESAFÍO EN LA COCINA. El próximo desafío será salado y le corresponde a La Cocina de Camilni.
¡Me encanta como te ha quedado el crumble por encima! Seguro que le daba al babka un crujiente delicioso. Y el toque de ron en el relleno, seguro que le dió un sabor delicioso. Besos
ResponderEliminarMe encanta el toque del crumble!!!! Le tiene que aportar una capita crujiente deliciosa!!!!! Besos y buen fin de semana
ResponderEliminarNo m'estranya que us ho mengèssiu tot... te una pinta fantàstica :)
ResponderEliminarpetons
Me encanta el relleno que le has puesto, seguro que queda perfecto y la masa te ha quedado fenomenal.
ResponderEliminarBesos.
qué bueno, qué bueno!!
ResponderEliminarOle!! esta versión con el cumble la tengo que probar!! es un puntazo!! Bs.
ResponderEliminarel crumble tiene que darle un toque super bueno
ResponderEliminarbss
Estos dulces típicos con masa leudada siempre nos gustan mucho en casa, y con este relleno da gusto!!!!
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana,
Palmira
Me ha encantado tu versión del babka. El relleno de ganache con ron y el cumble le tenían que dar un toque especial. Se ve delicioso y taaan blandito.
ResponderEliminarUn beso
no me extraña que no quedaran ni las migas, tiene que estar de muerte! bicos
ResponderEliminarque rico!!! te quedó muy bien!! felicidades!!
ResponderEliminarUmmm Pilar, qué buena pinta tiene, se ve delicioso!!!
ResponderEliminarBesos
Me encanta...pero la bomba es el crumble ese que me hace perder las formas.
ResponderEliminarEstupendo
esos
que rico con ese crumble por encima,, era también una de mis opciones, Un besito!!
ResponderEliminarQue rico tu banbka con ese streusel de frutos secos. Me gusta como ha quedado el blog, sencillo y que invita a leer. Un saludo
ResponderEliminarEsa cubierta de grumos promete ser una maravilla, yo me hubiera comido también las migas jeje. El blog está precioso niña, me encanta. Besos.
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