Llegó el verano y el rey de las sopas frías se adueña de las cocinas. Gazpachos hay de casi todos los colores y sabores, y en casa nos gusta ir probando diferentes ingredientes porque en la variación está el gusto.
Hasta ahora el favorito era el gazpacho de sandía, que con el dulzor de la fruta equlibraba la acidez del tomate y el vinagre. Pero con esta nueva variedad de remolacha y albahaca le ha salido un competidor, el color enamora y el sabor acompaña. Y como no podía ser de otra manera la remolacha es fuente de salud: antioxidantes, minerales, vitaminas, fibra, ... casi de todo.
Se hace en un momento, no hay cocción de ningún tipo y si sobra se conserva bien en la nevera, o sea un plato rápido y sencillo.
Ingredientes
- 750 gr de tomate maduro
- 250 gr de remolacha cruda
- 1 cebolla mediana
- 1 pepino pequeño
- 1 pimiento verde
- 1 o 2 dientes de ajo
- hojas frescas de albahaca
- 50 gr. de aceite de oliva virgen extra
- 25 gr. de vinagre
- sal
Preparación
Limpiar y trocear los tomates, la remolacha cruda (previamente pelada), la cebolla, el pepino, los ajos y el pimiento. Si al ajo le quitamos el germen del centro resultará más digestivo.
Con más o menos potencia y tiempo en los procesos de triturado y batido conseguiremos diferentes texturas, encontrar la que más os guste. Podemos diluir el gazpacho con un poco de agua bien fría si la consistencia conseguida nos resulta demasiado espesa.
Aprovechando la maceta de albahaca de la cocina, a la hora de servir el gazpacho lo hemos adornado con unas hojas y las pequeñas flores blancas de la misma planta, que tienen un delicado sabor a albahaca.
Limpiar y trocear los tomates, la remolacha cruda (previamente pelada), la cebolla, el pepino, los ajos y el pimiento. Si al ajo le quitamos el germen del centro resultará más digestivo.
Poner en el vaso de la batidora y triturar a máxima potencia. Añadir la albahaca y triturar ligeramente.
Incorporar el aceite, la sal y el vinagre, batir hasta
conseguir que mezclen todos los ingredientes, probar y rectificar de sal y/o vinagre.
Con más o menos potencia y tiempo en los procesos de triturado y batido conseguiremos diferentes texturas, encontrar la que más os guste. Podemos diluir el gazpacho con un poco de agua bien fría si la consistencia conseguida nos resulta demasiado espesa.
Aprovechando la maceta de albahaca de la cocina, a la hora de servir el gazpacho lo hemos adornado con unas hojas y las pequeñas flores blancas de la misma planta, que tienen un delicado sabor a albahaca.
Un buen plato para estos calores, se ve delicioso Pilar.
ResponderEliminarBesos
Umm que rico. Ese lo tengo que probar¡¡¡. Me lo llevo con tu permiso. Bss
ResponderEliminarVirginia "sweet and sour"
que bona! M'apungo la recepta!
ResponderEliminarmmmm y me pillas con remolachas en la nevera... me encantaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar