Parmigiana de berenjenas

Sigue a buen ritmo la producción casera de berenjenas blancas, y como nos encantan pues seguimos con nuevas recetas, como esta clásica Parmigiana. Plato originario del sur de Italia (Campania, Sicilia, Nápoles, ...) desde donde, con pequeñas variaciones, se extiende por todo el país. 

La base son las berenjenas ( fritas o rebozadas), la salsa de tomate, el queso y las hierbas aromáticas (albahaca, orégano). El plato se puede aligerar cocinando las berenjenas a la plancha o asándolas al horno, y permite ajustar la cantidad y proporción de los ingredientes a nuestros gustos personales.

Ingredientes

• 2 berenjenas medianas
• salsa de tomate
• 2 bolas de mozzarella de búfala
• 50 gr de parmesano rallado
• orégano
• sal
• AOVE

Preparación

Lavar la berenjena, cortarla en rodajas de un centímetro más o menos de grosor. Colocar en un bol con agua y sal, y dejarlas reposar aproximadamente media hora.

Colocar al fuego una cazuela o sartén con abundante aceite de oliva y calentarlo a fuego fuerte. Escurrir las berenjenas y, cuando el aceite esté caliente, freírlas por ambas caras. Cuando empiecen a dorar retirarlas y ponerlas en un plato, sobre papel de cocina, para que suelten el exceso de aceite.

Cortar las bolas de mozzarella en trocitos pequeños (también pueden ser láminas finas), y rallar el queso parmesano.
Precalentar el horno a 180º.

En una bandeja para el horno, y como si fuera una lasaña, disponer los ingredientes de la parmigiana: primero, en el fondo, una capa de salsa de tomate, encima una capa de berenjenas, después la mozzarella y por último el parmesano.

Y seguimos con una segunda tanda,  berenjenas / salsa de tomate / mozzarella / parmesano. Introducir en el horno a 180º durante 20-30 minutos, hasta que el queso se gratine a nuestro gusto. Retirar y lista para servir.

Picar un poco de orégano fresco y espolvorear por encima. También va perfecta la albahaca.

El parmesano puede sustituirse por otros quesos, de hecho en algunas zonas de Italia utilizan grana padano, pecorino o la variedad local de queso curado, o sea que funciona igual de bien con un buen manchego, un idiazábal o un roncal. Y si la salsa de tomate es casera el resultado sube puntos. Bon profit!