Desde que hace años supe de su
existencia, cocinar flores de calabacín ha sido un reto pendiente. No es
fácil encontrarlas, y alguna vez que las había visto parecían tan
frágiles y delicadas que me asaltaban las dudas de último momento,
¿quedarán bien?, y continuaban aparcadas para mejor ocasión. Hasta este
verano, en que volvieron a cruzarse en mi camino y ya no las dejé
escapar.
Y para empezar
una preparación rápida y sencilla, rellenas de mató, un queso fresco
similar al requesón, y rebozadas en una tempura ligera. Como aperitivo o
entrante no tienen precio, y están como para seguir probando otras
combinaciones.
Ingredientes
- Flores de calabacín
- Mató
- Sal, pimienta negra
- Harina para tempura
- Agua fría (con cubitos de hielo)
- AOVE
Preparación
Lavar las flores y secarlas con papel de cocina con cuidado para que no se rompan. Retirar el pistilo del interior.
Desmenuzar
el mató y salpimentar al gusto. Con la ayuda de una cucharita ir
rellenando las flores con el queso hasta unos dos tercios
aproximadamente. Juntar los pétalos y cerrar.
Preparar la tempura mezclando la harina con el agua helada y una pizca de sal, hasta obtener una pasta fina y fluida. Tener en cuenta que si queda muy espesa la capa del rebozado será más gruesa.
Emplatar y servir antes de que se enfríen.
Preparar la tempura mezclando la harina con el agua helada y una pizca de sal, hasta obtener una pasta fina y fluida. Tener en cuenta que si queda muy espesa la capa del rebozado será más gruesa.
En una cazuela al fuego poner el aceite a calentar.
Pasar
las flores de calabacín rellenas por la tempura y escurrir el
exceso. Introducir en el aceite bien caliente, freír por las dos caras
hasta que estén doradas. Para que no baje la temperatura del aceite, no
poner muchas flores de golpe, ir poco a poco. Una vez listas ponerlas
en un plato sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Emplatar y servir antes de que se enfríen.
No les he probat però tothom diu que són tan bones. Tan el meu tiet com el pare del meu cunyat tenen hort, els hauré de demanar a ells perquè al mercat no n'he vist mai!
ResponderEliminarTenen molt bona pinta.
Petonets
Siempre me ha hecho gracia lo de comer flores, pero no conocía ninguna receta :P
ResponderEliminarBss
Con Especias
Son riquísimas, mi abuela española las preparaba y siempre las recuerdo por su sabor delicado y dulzón. Por aquí no se encuentran, salvo que se vaya al campo.
ResponderEliminarBesosss hoy desde http://siempreseraprimavera.blogspot.com
Ala! que preciosidad de flores...nunca las he comido, pero te han quedado estupendas! seguro que estaban deliciosas... un beso desde Maison Mandy
ResponderEliminarTienen que estar tremendas! La pena es que en mi barrio nunca he encontrado flores de calabacín a la venta, me dan una curiosidad... el día que las vea sin duda las voy a comprar, esto tengo que probarlo.
ResponderEliminarYo las probé en Italia, pero en Madrid no las encuentro! Me parecieron exquisitas! Aplausos para esta receta!
ResponderEliminarYo las he comido las flores de calabacín rebozadas en algunos pueblos de Guadalajara. En la Guadalajara de Méjico también probé flores de calabacín o de calabaza, no recuerdo, pero estaban escabechadas.
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