Duo de Tarta Dobos

Otra vez con el desafío!!  Y este mes una tarta de altura, la Dobos. Dice la Wikipedia: "La Tarta Dobos se trata de una tarta especial de Hungria, inventada por el famoso pastelero Jozsef C. Dobos en el año 1884. Se trata de un pastel de cinco capas esponjosas rellenas de crema de chocolate y cubierta de caramelo".

Hemos utilizado el clásico bizcocho genovés, y para el relleno una crema de trufa, más suave para mi gusto que la típica crema de chocolate y mantequilla que nunca ha sido santo de mi devoción. La parte más técnica es la de caramelizar la última capa de bizcocho, pero con práctica todo se supera. En conjunto no puede decirse que sea una tarta muy compleja o difícil, pero sí laboriosa.

 

Como queríamos probar diferentes formas y acabados, hicimos dos tartas pequeñas, una redonda, más clásica, y otra rectangular, como más moderna. Y como para dos es demasiado, la segunda ha ido a pasar la prueba del algodón con los compis del trabajo, y a juzgar por las caras de felicidad y los comentarios, la ha pasado. En honor a la verdad es una tarta magnífica que bien merece su fama.

 

Ingredientes

Para el bizcocho genovés ( para 2 planchas)

• 8 huevos
• 160 gr de harina de repostería
• 160 gr de azúcar

Para la crema de trufa (más vale que sobre)

• 1 l de nata para montar
• 300 gr de chocolate 
• 2 c/s de cacao

Para el caramelo (para las dos tartas)

• 100 gr azúcar
• 2 c/s agua

Para el almíbar

• 100gr de azúcar
• 50 gr de agua
• 2 c/s de licor 

 

Preparación

El bizcocho genovés
Precalentar el horno a 180º.

Preparar una bandeja, forrar con papel de horno el fondo y reservar.

Poner los huevos y el azúcar en un bol grande y batir con las varillas hasta conseguir una crema esponjosa y blanquecina.

Añadir poco a poco la harina tamizada mezclar con una espátula y movimientos envolventes para que no se nos desinfle la mezcla.

Distribuir en la bandeja la mezcla, nivelar y alisar ésta para que el bizcocho tenga el grosor lo más uniforme posible.

Hornear durante 10 minutos a 180º y a partir de aquí vigilar de que no se tueste demasiado, tiene que tomar un color dorado, cuando lo toquemos con los dedos, no debe quedar pegajoso y si lo pinchamos con un "tester", palillo, aguja.... este debe salir limpio. Retirar del horno y dejar enfriar.

La crema de trufa
Poner la nata y el azúcar en un cazo al fuego, cuando empiece a hervir incorporar el chocolate, el cacao y si es el caso el licor, remover hasta que esté bien ligado con la leche, retirar del fuego y dejar enfriar.

Una vez a temperatura ambiente meterla en la nevera un mínimo de 5 horas para que esté bien fría.

Pasado el tiempo montar la crema con ayuda de unas varillas hasta conseguir la consistencia deseada.
Reservar en la nevera hasta que la necesitemos para montar la tarta.

Una vez tenemos los bizcochos genoveses fríos, cortaremos la forma deseada. En total hay que tener 6 capas de bizcocho.

Una de las capas hay que trabajarla aparte, para hacer la decoración con caramelo. Marcar los trozos en los que partiremos el caramelo sobre el bizcocho con la ayuda de un cuchillo.

El caramelo

En una cazuela poner el azúcar y el agua, calentar a fuego medio sin remover, hasta que alcance temperatura y tome un color dorado. Apartar del fuego y dejar templar.

Cuando temple y tenga una consistencia densa, pero todavía líquida, verter sobre el bizcocho que tenemos preparado y rápidamente extender por toda la superficie, hasta conseguir una capa uniforme. Con un cuchillo untado con mantequilla, marcar el azúcar por donde cortaremos, dejar que solidifique un poco y cortar las piezas del bizcocho caramelizado.

Reservar los trozos de bizcocho caramelizado para el final.

El almíbar
Preparar el almíbar con azúcar y agua, hervir durante 10 minutos y dejar enfriar. Mezclar con el licor escogido para aromatizarlo y reservar.

En este caso hemos aprovechado un almíbar de kumquat que hicimos hace poco y lo hemos aromatizado con Cointreau.

La tarta
Colocar la primera capa de bizcocho, mojar con el almíbar,  seguidamente untar con trufa toda la superficie y tapar con otra capa de bizcocho. Repetir la operación con las 5 capas de bizcocho que tenemos.

Ahora toca cubrir toda la superficie de la tarta con una buena capa de trufa, alisar muy bien estas superficies, sobre todo si no van cubiertas con adornos de "manga pastelera". En el caso de que adornemos los laterales con la manga pastelera no será tan importante que estas superficies queden bien alisadas.

Momento manga!!!!

En la superficie de la tarta tenemos que poner unos "pegotitos" de trufa donde se apoyarán "artísticamente" nuestros trocitos de bizcocho caramelizado. Repartir estos pegotitos regularmente según la disposición escogida para los caramelos. Para la tarta redonda hemos optado por la decoración clásica de molinillo.

Para finalizar decoramos los laterales con la manga pastelera, y los cubrimos con "cordoncillos" de trufa. Y ya tenemos la primera.

La de forma recatngular sigue el mismo proceso. Con ayuda de una rasqueta dentada dibujamos  lineas paralelas en los laterales y tenemos un acabado diferente. Los bizcochos con caramelo los colocamos inclinados y apoyados en "pegotitos" de trufa, en este caso en direcciones alternas. Y ya tenemos la segunda.

Mejor la degustación de un día para otro,  si es que se puede resistir la tentación.

Si sobra trufa la podemos guardar en el congelador, todo dependerá de los adornos y la cantidad que pongamos en el relleno.

A los recortes de bizcocho que han sobrado y los restos de caramelo de las pruebas, le añadimos un puñado de avellanas, lo trituramos todo junto en la TMX  y la mezcla resultante la podemos utilizar para adornar tartas, como toping en los helados o mezclada con yogurt.

Si quieres ver las recetas de mis otr@s compañer@s de desafío, visita el blog DESAFÍO EN LA COCINA. Este desafío ha sido una propuesta de M.Carmen, Nina y Mila, del blog "La cocina de Camilni". El siguiente desafío es: sorpresa...