Pan de hamburguesa

Una buena hamburguesa casera no tiene "precio": controlamos los ingredientes, de calidad y los que nos gustan, los complementos, las salsas, el punto de cocción de la carne... solo hace falta vestirla con un pan como Dios manda, amasado con mimo y horneado con cariño. El resultado impresiona gratamente, de verdad. Y próximamente, la hamburguesa completa!

 

Ingredientes:

• 250 gr harina
• 160 ml de agua
• 40 gr aceite
• 17 gr azúcar
• 5 gr levadura fresca
• 5 gr sal
• 25 gr semillas de sésamo

Preparación:

Mezclar y amasar:

Pesar y preparar todos los ingredientes.
En un bol poner la harina junto con la sal y mezclar, hacer un hoyo en el medio. Aparte mezclar el agua, la levadura, el azúcar y el aceite, incorporar estos últimos al bol de harina y amalgamar todos los ingredientes, ayudándonos de una espátula o cuchara de madera. Cuando todos los ingredientes estén mezclados, sacar la masa del bol y, sobre la encimera enharinada ligeramente. amasar a mano  unos 10 minutos aproximadamente.

Tenemos que conseguir  una masa homogénea, lo mas elástica y fina posible.

Primer levado:

Dejar reposar la masa durante 30 minutos o hasta que doble el volumen, en un bol limpio y tapado con un paño húmedo para que no se reseque.

Preparar una bandeja de horno  cubierta con papel de hornear.

Dividir la masa en 4 porciones, y darles forma de bola, colocar las bolas en la bandeja y aplastarlas ligeramente para conseguir unos discos de 1,5 cm de espesor más o menos.

Segundo levado:

Dejamos fermentar los discos sobre la bandeja tapada con un paño limpio hasta que doblen el volumen.

Horneado:

Precalentar el horno a 180º.

Para el acabado, humedecer ligeramente la superficie de los panes con agua (se puede utilizar un pulverizador), esparcir por encima las semillas de sésamo, que se quedaran pegadas (la mayoría).

Hornear a 180º durante 20- 25 minutos, hasta que la superficie de los panes este ligeramente dorada.

Dejar enfriar completamente antes de utilizarlos.

Conservación:
Podemos conservarlos un par de días dentro de una bolsa de plástico bien cerrada, o bien envolverlos en film transparente y congelarlos dentro de una bolsa completamente cerrada.

Dejar descongelar a temperatura ambiente.