Para picar en un aperitivo, sobre unas tostadas con queso cremoso, o simplemente en unas mini tartaletas, o para acompañar platos de carne, especialmente cerdo y pollo, esta salsa agridulce y ligeramente picante, originaria de la India, es extraordinaria, y además muy sencilla de hacer.
Es muy adecuada para hacer en conserva y tener siempre en la despensa. Las cantidades de la receta permiten hacer unos pocos botes, si no se va conservar reducir proporcionalmente los ingredientes hasta la cantidad deseada.
El gusto por el picante es un tema personal, intenta ajustarlo de menos a más, al revés es muy difícil.
Admite muchas variantes en los ingredientes y sobre todo en las especias, es divertido ir probando y ajustarlo a nuestros gustos. Ingredientes:
- 3 mangos ( una vez pelados y cortados aprox. 1 kilo de fruta)
- 60 gr. de cebolla
- 60 gr. de pimiento rojo
- 60 gr. de pimiento verde
- 30 gr. de jengibre rallado
- 60 gr. de orejones (albaricoques secos)
- 120 gr. de azúcar moreno
- 60 cc. de zumo de limón
- 180 cc de vinagre de manzana
- 5 gr. de sal
- 3 gr. de guindilla picada (o cualquier otro pimiento seco picante)
Es interesante que alguno de los mangos esté verde, potencia el sabor más fresco de la fruta. Pelarlos, quitar el hueso y cortar la pulpa en pequeños dados, más o menos de 1 cm de lado.
Cortar igualmente en daditos el resto de ingredientes: la cebolla, el pimiento rojo, el pimiento verde y los orejones. Con un rallador fino rallar el jengibre. Exprimir los limones. Pesar y medir el resto de ingredientes.
Colocar una cazuela en el fuego y poner todos los ingredientes juntos. Mezclar y llevar a ebullición a fuego fuerte, bajar el fuego a continuación y dejar cocer, sin tapar, una hora aproximadamente. Tiene que espesar hasta tener la consistencia de una mermelada.
Con la cantidad de la receta lo mejor es preparar conservas, es muy sencillo. Preparamos los botes de cristal que vamos a utilizar: se esterilizan en agua hirviendo. Envasamos el chutney en caliente, con la precaución de dejar unos dos centímetros libres. Tapamos los botes y a continuación los esterilizamos: en una cazuela alta ponemos agua a hervir y sumergimos completamente los botes. Tienen que estar en el agua hirviendo unos veinte minutos aproximadamente. Dejarlos enfriar y ya estan listos para cuando los necesitemos.
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